Tu teléfono móvil: lo cargas a todos lados, te preocupas de que no le pase nada y de que siempre esté junto a ti.

"Lo primero que veo y toco en la mañana; lo último que veo y toco en la noche". Y no, no se trata del amor de tu vida. Se trata de tu teléfono móvil, te tiene tomado y controlado.

¿Y la intimidad? Esta necesidad humana de mostrarse tal cual, de vulnerarse frente a otros, de abrirse a sentimientos y pensamientos; ésa también se escapó por la pantalla.

Las pantallas están afectando la vida de pareja, la de familia, la educación, al mundo laboral y al desarrollo personal. Son una barrera, una forma de evasión, una adicción y un escape de la intimidad que no se quiere, no se puede, o no se sabe tener.

Las pantallas nos diluyen y nos disipan en el aire de la intrascendencia.

Nos hicimos adictos a los constantes timbrados y vibrados de las notificaciones que se convierten en disparos de dopamina, haciéndonos tan adictos como lo son en lo suyo los alcohólicos, drogadictos y ludópatas.

Los algoritmos, videojuegos, comerciantes, entretenedores; todos están constantemente fortaleciendo sus capacidades para capturar nuestra atención y sacarnos del mundo tridimensional y llevarnos a vivir en el mundo virtual.

Adentro y capturados, nos preguntamos si podemos ser: cool, como los que se animan a hacer Tik-Tok; articulados, como los que publican en Twitter; supermanes, como los que salen en YouPorn; interesantes, como en las historias en Netflix; divertidos, como los fiesteros de Instagram; y populares como los que se llenan de likes en Facebook.

Compararnos sistemáticamente y, aunado a la carga psíquica que nos generan las horas conectados digitalmente, nos hace propensos a la depresión y la ansiedad, además de agrandar los inconvenientes de nuestra vida cotidiana.

Y hay que decirlo: naturalmente que no todo lo digital es "malo" o inconveniente. Grandes avances y maravillas están ahora a nuestro alcance por lo cual debemos de estar agradecidos. Pero cada innovación tiene su lado oscuro, su semilla destructiva y su precio. Conviene estar atentos, diligentes y ser enfocados. Tomemos lo mejor y no nos dejemos atrapar por lo peor.

Anterior
Anterior

Empoderamiento femenino: todo lo que soporte y refuerce una emancipación anunciada de valerse por ellas mismas.

Siguiente
Siguiente

La innovación está sobreestimada. Es sexy ser el primero, pero también puede ser mortal.