El poder de escribir.

 
 
 

Escribir tiene poderes especiales. A las personas nos ayuda a entendernos mejor porque nos permite articular emociones, pensamientos y propósitos; mientras que en los negocios, al hacerlo, obliga a una definición clara del problema, de los escenarios de solución y de la ruta crítica.

La claridad es un atributo necesario para adaptarse exitosamente al entorno. Si no está algo por escrito, si no está anclado dentro de un proceso consciente y estructurado, se estará a la merced de impulsos automáticos e inconscientes.

Escribir potencia el uso de los lóbulos pre-frontales ya que demanda reflexión, iteración y lógica. También, si la persona se da permiso, escribir promueve el que emerjan emociones que puedan estar vinculadas en la toma de decisiones o animando ciertos rumbos de acción.

Escribir también nos ayuda a ordenar las emociones y los impulsos asociados al cerebro reptiliano y al límbico para integrarlos con el cortical; este último ligado a la planeación y la meta-cognición.

En el centro de la escritura está la narrativa; quizás el componente mas influyente en la creación de guiones personales y de empresa. La vida que está ocurriendo, al igual que la pasada y la futura, están dentro de una trama introyectada que usualmente se cuela hasta las creencias más arcaicas y fijas: "yo soy mi historia en acción".

El científico cognitivo William Calvin afirma que los humanos adquirimos la habilidad de formular planes a través de los cuentos que nos impactan y/o los que nos fabricamos cuando somos niños, ya que nos imaginamos cursos de acción y sus efectos.

Una historia define relaciones e interdependencias, así como los protagonistas involucrados, la secuencia de eventos, causa y efecto, y nos ayuda a establecer prioridades. La narrativa lo integra todo; hasta el desenlace final de la historia. Auto-narrativa es destino.

Silke Heimes, una terapista de escritura, y profesora de la Universidad de Darmstadt en Ciencias Aplicadas, le da un enfoque de catarsis y auto-conocimiento y nos explica que escribir entre 5 y 20 minutos por día, puede mejor a reducir el stress, incrementar la confianza y activar la imaginación. Es el equivalente a mantener cotidianamente la higiene mental (Scientific American Oct 2023).

En este escenario, escribir se convierte en una actualización cotidiana de nuestra historia personal que nos permite evaluar su vigencia, es decir, si sigue siendo útil o nos limita. Al revisar la escrito, se puede apreciar una masa crítica de propensiones y conductas repetidas a través del tiempo, incitando así al cambio o nuevos comienzos.

En los negocios y en los países gestionados en serio, no se mueve nada que no esté por escrito. Tanto una buena estrategia y un plan, son procesos complejos y sistémicos necesarios para una alineación ejecutable. El famoso business plan, es una requisito para negocios que quieran institucionalizarse y seguir creciendo.

Cierro con una innovación que hizo Jeff Bezos en la forma en que maneja sus negocios: adiós al power point y al echar rollo introductorio típico de las reuniones estériles y aburridas, donde el alfa, el bully o el más articulado, se roban la junta a base de su personalidad.

Su metodología consiste: antes de la junta se escribe, en no más de 6 páginas, un memorándum en formato de narrativa del tema o iniciativa propuesta. Ese memorándum es leído en silencio por los participantes por un periodo de unos 15-20 mins. Ahora sí, "en la misma página" se disponen a debatir el tema.

En síntesis: si estás confundido, abrumado, enojado o frustrado; si tuviste un día maravilloso o terrible; si traes entusiasmo con nuevos planes o proyectos o si estás cayendo en apatía: escribe.

Descartes decía: pienso y luego existo; pero para pensar, nada mejor que escribir.

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