Mr. TikTok

Desde Beijing se maneja uno de los fenómenos digitales más grandes de nuestra era, la app más popular del mundo y no, no es Facebook, ni Twitter, ni Instagram, ni Snap, se trata de TikTok, que ha tomado vertiginosamente la atención de más de mil millones de usuarios.

Es la app más descargada desde inicios del 2020 y promete ser la app del futuro: el 44% de sus usuarios americanos anda debajo de los 25 años (eMarketer), comparado con el 16% de Facebook.

Sus usuarios se quedan un promedio de 46 minutos al día en la app, más que cualquier otra red social. Respecto a los ingresos, se esperan entradas de $12 mil millones este año, y $23 mil en el 2024, en anuncios (eMarketer).

Puedes bajar la app fácilmente y, en segundos, estar atrapado en videos cortos de todo tipo: física cuántica, bikinis, espiritualidad, fisicoculturistas, religión, extraterrestres, sexología, y muchos otros temas inimaginablemente peculiares.

Y ojo, está lleno de "autoridades" y "gurús" sin preparación; de charlatanes de todo tipo que, infelizmente, pueden ser sumamente carismáticos. Y sí, también hay científicos, profesores y alguno que otro iluminado.

Advertencia: TikTok puede ser adictivo. El Wall Street Journal (WSJ, 22-7-2021), realizó una investigación periodística fascinante donde se propuso probarlo.

El WSJ creó 100 cuentas falsas en TikTok, apoyado en bots, y les definió un perfil específico privado, sin compartirlo en la app.

Por ejemplo, al usuario kentucky_96 lo ubicó como triste o depresivo. A otro perfil, lo catalogó como atlético y entusiasta, a otro parrandero, a uno más, como nerd y así sucesivamente.

Los soltó en la app y empezó a disparar, inicialmente, los videos más populares de TikTok, que podrían verse como "anzuelos", a ver cuál "picaba" más por usuario. Lo más fuerte de esta aplicación, sin duda, es su algoritmo.

¿Qué analiza el algoritmo? Entre otras cosas, cuánto tiempo el usuario se queda en el video, el número de veces que lo vio, si lo reinició o lo ignoró. Es decir, te ve mientras tú ves, te estudia mientras te diviertes y te conoce con cada scroll.

En la investigación del WSJ, se comprobó que, tras 15 min. y 80 videos, el algoritmo identificó al usuario en sus preferencias. Ninguna de las 100 cuentas tardó más de dos horas en ser perfiladas; después de 120 min., el algoritmo ya sabía qué tipo de contenido generaba engagement (involucramiento) y de ahí te enviaba la avalancha de ese tipo de contenido.

Esto puede resultar escalofriante. Al bombardear a los perfiles identificados con contenidos relevantes para cada usuario, como si hubiera un TikTok diseñado para cada persona, ésta es validada constantemente en su inclinación o sesgo.

Es decir, se le manda aquello que es de su interés y se le niega todo aquello que es diferente a su perspectiva. Con el tiempo, esto puede llevarnos a un mundo de tribus polarizadas sin ánimo de apreciar la diversidad y la evolución que conlleva el tenerla.

Este éxito de TikTok pone al mundo de los negocios y la geo-política en alerta porque, según varias publicaciones, representa una "amenaza para el mundo occidental".

Tener el sello de "hecho en China" genera una serie de teorías/especulaciones: se teme que los datos de los usuarios puedan ser mal utilizados, o que su contenido pudiera estar moldeado por propaganda china. Está el caso de India, antes su mercado más grande, que decidió bloquear de tajo la aplicación.

Y TikTok también pone nerviosos a sus competidores. Aumentó el largo de sus videos a 10 min., enfrentando a YouTube y ha lanzado clips que desaparecen como Snapchat. A su vez, Meta (Facebook, Instagram) ha desarrollado los reels "tiktoteros".

¿Quién dominará la data de las redes sociales? ¿Para qué serán utilizadas? ¿Quiénes dominarán la narrativa predominante? ¿Hacia dónde y hasta cuánto una aplicación puede influir en la formación de las siguientes generaciones?

La respuesta, aparentemente por ahora, será en inglés o en mandarín.

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