Eres una marca aunque no lo quieras.

Es que todo empieza con uno, con la esencia personal, y uno es, por naturaleza, multidimensional. En nuestra esencia está implícita la parte primitiva, la psicológica, la sociológica, la vocación, y es en base al conjunto de estos elementos que se puede construir una propuesta personal de valor y, de ahí, una arquitectura de marca.

Una marca es una promesa, y así como se asocia a compañías y productos, también puede referirse a marcas de personas. Una marca personal es poderosa si es congruente, si refleja integridad, consistencia y frescura.

Una buena marca proyecta su propia esencia hacia el mercado y por eso la compran, en lugar de tenerse que andar vendiendo; por lo mismo, se habla de ella, se reconoce claramente su propósito y lo que ofrece.

Si partes desde tu esencia, floreces y ejecutas de manera natural, con gracia, casi sin esfuerzo. La expresión espontánea se nota porque una buena marca no puede fingirse. Para lograr que te compren entonces el primer paso es aclarar y articular lo que constituye tu propia esencia personal y luego desdoblarla hacia el mercado.

Así como Coca- Cola, Starbucks, Google y Bimbo tienen su marca, tú también la tienes y la tuya tiene que ser la más importante de todas. Algunas ideas para descubrirla y/o robustecerla:

  • Móntate en tus fortalezas.

  • Escribe tu propuesta de valor diferenciada, ten un estilo original.

  • Fascina a tu audiencia meta. Sé profesional. Cada contacto le suma o le resta a tu

    marca.

  • Cultiva tu red de amigos y contactos. El network es clave. El mundo se mueve por

    lealtad a los proyectos y por lealtad a grupos de personas.

  • Arriésgate. Si no rompes con el statu quo, difícilmente podrás diferenciarte.

  • Enfócate. Resiste la tentación a la divergencia. Busca ser el mejor en algo. Puedes

    obtener lo que quieras, pero no todo lo que quieras.

  • Tienes que seleccionar tu segmento de mercado, no puedes agradarle o serle útil a

    todos.

  • Piensa en grande. No le tengas miedo a la luz y al brillo personal. Recuerda que el

    establishment te ha condicionado; no te resguardes en la intrascendencia.

  • Haz un marketing plan personal, todo empieza con las ventas.

  • Arranca, lanza tu intención al cosmos.

    Al final del camino eres, somos, soy, una breve síntesis de ideas y conclusiones.

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