PELIGRO: Egocéntrico al Poder

Hay algo más peligroso que las bombas atómicas, el calentamiento global o una epidemia: un egomaniaco-narcisista con poder (le llamaré egocista). Es que los males mencionados son producto y consecuencia de la psicología que precede al hecho; una bomba atómica no se construye ni se detona sola.

La salud mental cuenta y es determinante. Un líder atrapado en su ego es un líder que tiene su lucidez comprometida, sus complejos activados y su proceder errático. A la hora de tomar decisiones: ¿Habrá algo peor que eso? Sí, que esa persona sea nuestro líder. Bajo el dominio de un egocista, la entidad estará en riesgo de descarrilarse. La entidad puede ser un país, el planeta entero, una organización, una empresa, una familia, una pareja o uno mismo.

El ejemplo más dramático del momento es, sin duda, Putin. No podemos creer lo que está haciendo. En pleno siglo 21 está bombardeando ciudades, hospitales, museos y demás, matando niños, mujeres y ancianos; no le basta con matar soldados y destruir ciudades.

Putin nos lo advirtió; se armó, se movilizó, pero no lo tomamos literal. A los líderes que están atrapados en su ego hay que tomarlos literal, son de miedo porque son capaces de todo. Repito: son de miedo porque son capaces de todo. Los límites y fronteras no existen para ellos. En su fantasía construyen su propio campo y sus propias reglas. Y la regla número uno es: tener la razón y no herir a su frágil ego.

En su mente son héroes o heroínas, mártires que mueren envueltos en un aire mesiánico, soñando con estar en los libros de historia y como reivindicadores de los débiles. Lo fascinante y lo trágico es que, en su mente, ellos siempre tienen la razón.

Regresando a Putin, no le importa, o no le importa lo suficiente, que su país se venga abajo, que el valor del rublo se evapore, que cientos de compañías lo boicoteen, que les quiten sus bienes a él y a los influyentes, que aislen a su país y que se manche la nacionalidad rusa; nada de eso importa. Ni siquiera su imagen que ya se roza en la liga de Nerón, Stalin, Lenin, Hitler, Pol Pot, Idi Amin y Bin Laden.

Un líder narcisista es una bomba de tiempo.

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