Historias en acción
“Solo las ideas que son incorporadas se convierten en viables”.
Tu empresa, tú y yo, somos una historia en acción. Somos una narrativa desdoblándose y ejecutándose día a día; construyéndose y también, en el peor de los casos, destruyéndose o destruyendo valor.
Cuesta lo mismo soñar en pequeño que en grande. Nada puede ocurrir si no lo imaginamos como posible o si no lo incorporamos en una narrativa personal; jamás podremos verlo, mucho menos construirlo, aunque la oportunidad nos golpee en la cabeza.
Es relativamente fácil vencerse ante la vida y caer en la inercia cotidiana. Es que soñar en serio tiene una potente implicación: parece imponernos una meta que puede resultar incómoda frente a la comodidad de "flotar de muertito".
Pero son los guiones ganadores los que persisten, se adaptan y se reinventan frente a la adversidad y siguen insertando sistemáticamente una cultura ganadora.
El destino de una empresa es una proyección del guión de la persona que la dirige y el verdadero ganador no se casa con su guión original, sino que va transformando su narrativa en coherencia con su presente. Tiene la capacidad de imaginar y recrear una nueva historia personal, siempre.
El potencial está ahí. Lo sutil precede a lo concreto, la imaginación al esfuerzo, el sueño a la potencia.
Texto generado sin IA