La edad no importa, las decisiones sí

“El cúmulo de una vida se compone de decisiones”.


No suelo hacer de mi edad un tema, pero como acabo de cumplir años, no pude evitar reflexionar sobre que llevo más de 35 años de consultor, viendo cómo empresas se levantan, caen, le dan la vuelta a una crisis o desaparecen por tomar o no tomar una decisión a tiempo.

Acertar en las decisiones es un proceso complicado, rasposo e inevitablemente personal. No hay negocio, proyecto, equipo o iniciativa, que se libre de llevar la carga personal de sus líderes.

Cometemos errores constantemente porque descontamos que nuestras decisiones son también instintivas, emocionales y frecuentemente inconscientes. Solo quien se atreve a desmontar sus propias trampas internas, está en condiciones de tomar decisiones verdaderamente lúcidas.

Si algo he aprendido, es que la estrategia es un ejercicio constante de toma de decisiones. No es redactar la misión ni elaborar el plan de acción anual; es la disciplina de ver más allá de los resultados trimestrales, de estar conectado con el entorno, de cuestionar lo que todos dan por hecho, de estar incómodo en la comodidad.

Al final, tanto en lo profesional como en lo personal, el cúmulo de una vida se compone de decisiones. Tu vida es la suma de las decisiones que has tomado, y tu futuro será el eco de cada una de ellas.

La verdadera fuerza no está en tener siempre la razón, sino en estar dispuestos a vernos sin filtros.


Texto generado sin IA

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