Rudos contra técnicos
“Lo flexible nos mantiene vigentes, sincronizados con el entorno y adaptativos”.
“En esta esquina…”. Así arranca el ritual de la lucha libre mexicana, cuando el público se prepara para ver a dos fuerzas opuestas medirse en el ring: rudos contra técnicos. Algo parecido sucede en la arena de los negocios.
De un lado están los “técnicos”, empresas tradicionales en sus esquemas de producción y competencia, apegados a procesos y enfocados en lograr la optimización operativa.
Del otro, los “rudos”, jugadores disruptivos que aparecen con modelos de negocio alternativos, tecnologías que rompen esquemas o estrategias de comunicación irreverentes; y se van apoderando del mercado.
El público (los consumidores) disfruta del enfrentamiento. Algunos aplauden la tradición de los técnicos, mientras otros se emocionan adoptando la novedad de los rudos.
Uber irrumpió en el terreno de los taxis con una plataforma enfocada en la conveniencia; Tesla desafió a la industria automotriz redefiniendo lo que significa conducir; Hims & Hers sacudió a las farmacéuticas convencionales con un modelo digital directo al consumidor; Netflix transformó para siempre la televisión al dejar atrás la programación fija.
Ejemplos sobran. La moraleja sería que al mismo tiempo que una empresa busca la eficiencia incremental, tiene que mantener la sensibilidad hacia el mercado para buscar la siguiente energía estratégica.
Competir en el entorno actual implica tener la humildad para reconocer que las oportunidades son fugaces, el olfato fino para detectarlas, la disciplina de gestión para explotarlas y la flexibilidad para movilizar recursos.
Texto generado sin IA